La Exclusión hoy es
un fenómeno social y una cuestión política, económicamente mala, socialmente
corrosiva y políticamente explosiva.
Una
situación social de desventaja económica, profesional, política o de estatus
social, producida por la dificultad que una persona o grupo tiene para
integrarse a algunos de los sistemas de funcionamiento social.
Se
han constatado casos de maestros que discriminan a los alumnos por su color de
piel. También se registraron situaciones de intolerancia de los directivos de
escuelas hacia chicos con discapacidad motora. El INADI, que tiene a su cargo
un programa de políticas educativas y de igualdad, considera que la
discriminación se manifiesta contra quienes padecen una discapacidad
motriz-sensorial y mental, contra quienes padecen algún tipo de enfermedad;
también la nacionalidad y el nivel socioeconómico suelen motorizar actos
discriminatorios.
Exclusión
no es un episodio coyuntural, sino un elemento estructural, forma parte
necesaria de la propia estructura social establecida. Hoy este concepto se
amplia y se convierte en el paradigma a
partir del cual, nuestra sociedad toma conciencia de sí misma y de sus
disfunciones.
En
una sociedad donde la competitividad es un valor central, los mecanismos de exclusión
constituyen una regla de juego elemental y necesario. La competitividad es por
naturaleza excluyente, por eso, niños,
ancianos, mendigos, inmigrantes, indígenas, minusválidos deficientes, etc.
Fácilmente se convierten en excluidos.
El espacio de la exclusión es al mismo tiempo
homogéneo y heterogéneo, por lo que el conocimiento del grado de la diversidad
interna de los colectivos que lo integran, de sus posibilidades y limitaciones,
necesidades y potencialidades es condición indispensable para una adecuada y
efectiva intervención de incorporación diferenciada en sus contextos de
referencia.
Las
personas causantes de este problema suelen ser, en general, inestables, irascibles, incoherentes, se cansan de todo;
van desorientados, no saben bien lo que
quieren, viven sin motivación, sin sentido de la vida; pero hay vida que debe
ser rescatada.
El
problema no reside tan sólo en las
discapacidades entre los más favorecidos y los más desfavorecidos de la escala
social, sino también en las que existen entre quienes tienen un lugar en la
sociedad y los que están excluidos de ella.
Exclusión
social no acontece sólo en las periferias, sino en el centro mismo de la organización social y debe
entenderse en contraste con la inclusión social que posibilita el acceso al
sistema social por el que se incorpora la población a los distintos sistemas
funcionales y beneficios sociales que ofrece la sociedad.
En
conclusión, la lucha contra la discriminación debe tener en cuenta la necesidad
de mejorar las perspectivas de vida de la población.Por ello, hay que
"revertir la Historia". Se insiste, porque sólo desde ahí podemos
enfrentarnos con la Exclusión.
Yo no conozco mi cualidad, pero sé que
cuando la conozca estaré orgulloso de ella, unámonos todos y marceños la diferencia,
por lo menos para que tengamos en nuestra conciencia que intentamos hacer lo
posible para poder detener esto.
Lizárraga contreras 5to “F”
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